Próximos futuros Distópicos

Mi próximo proyecto promete sumergirte en un abismo de sombras, una historia profundamente oscura donde cada paso estará envuelto en enigmas insondables. Los personajes se enfrentarán a horrores que desafiarán tanto su cordura como su humanidad, mientras el terror se despliega lentamente, apoderándose de cada rincón de la narrativa. Prepárate para una experiencia inquietante, donde lo inesperado se convierte en el único refugio en un mundo marcado por el miedo.

Una trama intrigante y giros que harán que te lo cuestiones todo

¿Y si todo lo que creemos saber fuera falso?

Querido lector:

Te propongo un juego que comienza en silencio, con el polvo suspendido en el aire de una habitación donde siempre es tarde. Imagínate frente a una mesa de madera marcada por los años. Sobre ella, un puzle descomunal: nuestra propia historia. Fragmentos de tiempo, nombres, fechas, testimonios que juramos verdaderos porque encajan. Los bordes, perfectos. El centro, lleno. La imagen, tranquilizadora. Todo parece en su sitio. Todo encaja.

Ahora inclínate y escucha. Bajo la madera hay un rumor. No es trueno ni música: es la vibración leve de la duda. ¿Y si las piezas son auténticas, pero la tapa de la caja muestra otra imagen distinta? ¿Y si la historia que hemos montado con paciencia de relojero no es la historia, sino un dibujo mal armado que hemos aceptado por costumbre?

Esta novela nace de esa pregunta. No viene a incendiar bibliotecas ni a cambiar dogmas. Es un ejercicio de entretenimiento.

Inventaremos una historia que, con un poco de imaginación, podría encajar con la realidad.

Tú decides la distancia. Puedes observar desde la puerta, a salvo del polvo, o arrimar la silla, mancharte las manos y pasar las páginas. Será como cruzar un pasillo sin saber adónde conduce.

Si aceptas el juego, cierra un momento los ojos. Respira hondo. Apaga el rumor de lo aprendido sin examen. Deja que la lámpara dibuje un círculo de luz sobre la mesa.

Entonces, volvamos al puzle. Toma la primera pieza. No temas. No estás solo.

Prepárate. La Irrupción ha comenzado.

La oscuridad era infinita y el silencio parecía devorarla. La luz era solo un recuerdo añejo en este lugar. Una invitada no deseada que hacía tiempo que ya no moraba por aquí, desterrada para siempre al olvido. «¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy?», se preguntaba el periodista aun aturdido.

Como única compañía; una ansiedad que se apoderaba de su raciocinio y lo consumía lentamente hacia el abismo. Sentimientos depresivos brotaban, fugaces y explosivos. Aunque sobre todas las emociones, una lo reconcomía sobremanera; la culpa.

Fragmento del nuevo manuscrito

(En última fase de correción)

Fue aquel día. No uno cualquiera, sino “Aquel Día”. El que la historia, si es que aún quedaba alguien para escribirla, lo recordaría como: "La irrupción".

Cuando esos enormes agujeros surgieron espontáneamente por todo el globo, nos percatamos rápido de que no eran de origen natural… ni humano… Entonces tuvimos muy claro que eran de origen extraterrestre y en un instante, la realidad se hizo añicos, y de sus escombros emergió una verdad fría y cortante: nunca habíamos estado solos.

Les dimos un nombre. Un susurro cargado de miedo y reverencia: los Harbinger o Precursores. El vocablo se nos atragantó en la garganta, pesado con el presagio de lo desconocido y la certeza de nuestra insignificancia. Porque eso éramos, en eso nos convertimos: en hormigas. Y ellos, los Harbinger, eran la bota que se cernía implacable sobre el hormiguero, porque ya estaba escrito: “…y en polvo nos convertiremos”.

Stonehenge en ruinas
Stonehenge en ruinas
Doctora Sarah Miller
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